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jueves, 21 de febrero de 2013

60 VIVIENDAS DESALOJADAS EN YESA POR DESLIZAMIENTOS DE LA LADERA

¿Y NADA CAMBIA EN LA C.H.E.?

NOTA DE PRENSA: La
Asociación Río Aragón exige responsabilidad en Yesa y la desestimación inmediata del recrecimiento del embalse
- Exigimos la verdad y transparencia total sobre lo que ocurre en Yesa
- La naturaleza está demostrando que la cerrada de Yesa no permite el recrecimiento del embalse. Por un mínimo principio de precaución deben cesar las obras de recrecimiento definitivamente
- Se ha de buscar el equipo técnico más cualificado para enmendar el desastre generado hasta fecha

Artieda 13-2-2013. Ante los últimos sucesos acaecidos en las obras de recrecimiento de Yesa, desde la Asociación Río Aragón exigimos responsabilidad y cordura. Estamos en una situación enormemente complicada porque el embalse está casi lleno y un desprendimiento sobre él podría resultar fatal. Por otra parte, su vaciado parcial podría suponer desestabilizar todavía más la ladera.

No queda otra alternativa que el cese definitivo de las obras de recrecimiento, apartar de la dirección de obra a los que nos han llevado a esta situación, buscar el equipo técnico más competente posible para controlar el desastre generado hasta la fecha, y gastar lo que haga falta para garantizar la seguridad de las poblaciones ribereñas. Recordemos que ya se han malgastado más de 100 millones de euros (el presupuesto inicial del proyecto) y aún no se ha iniciado la construcción de la presa.

Todas las alarmas se han disparado, todas las dudas se han disipado y han confirmando lo que desde nuestra Asociación venimos denunciando desde hace años. En este momento, ya nadie duda de que el recrecimiento de Yesa esté poniendo en serio riesgo la vida de personas y que, de seguir la CHE con su huida hacia delante, las consecuencias económicas o de responsabilidad civil y patrimonial pueden dejar corta cualquier previsión antes realizada.

La necesidad de desalojar dos urbanizaciones por tiempo indefinido, la paralización de las obras de recrecimiento, la movilización de maquinaria a destajo llevada a la zona y hasta los dos helicópteros de los Gobiernos de Navarra y Aragón sobrevolando la zona no dejan lugar a dudas.

Desde septiembre la CHE ha ocultado a los ciudadanos el deslizamiento y desde entonces los técnicos responsables de la obra se muestran incapaces de detenerlo. Ahora sabemos que el aumento de su velocidad ha ido creciendo exponencialmente, que la magnitud y extensión es mucho mayor de la prevista en sus anunciados como “definitivos” estudios previos al modificado nº 3, y que la ley física de la gravedad termina imponiéndose por encima de los deseos de cualquier ingeniero.

A estas alturas ya ha quedado confirmado que, más allá de los obligados comunicados emitidos por la CHE, este organismo se sigue mostrando oscurantista y que miente con el mayor descaro. Las lluvias no han sido el desencadenante de un deslizamiento, pues éste se inició en plena sequía, eso sí tras más de año y medio de trabajos de desmonte y bulonaje en la parte inferior de la zona activa. Si las lluvias han acelerado el proceso deberíamos preguntarnos qué hubiera ocurrido si el episodio lluvioso hubiera tardado a producirse hasta que la presa estuviera levantada.

Culpar a la Naturaleza de lo que ocurre es una forma inadmisible de intentar eludir unas responsabilidades que antes o después terminarán en las ventanillas de la CHE. Por otra parte, las declaraciones apuntando a que la presa recrecida sujetaría los deslizamientos es demencial, supone el anuncio de un nuevo objetivo que parece ha de cumplir el proyecto de recrecimiento: estabilizar laderas inestables.

También miente la CHE cuando dice que se adelantan actuaciones ya previstas en la margen derecha, pues el desglose presupuestario incluía 17.660.958,80 de euros en los que no aparecen los trabajos que ahora se realizan y mucho menos lo que pueda suponer el desalojo de las dos urbanizaciones por tiempo indefinido, o tal vez definitivo. Una de ellas, por cierto, preparada por la propia CHE hace menos de 10 años.

La Asociación Río Aragón pide sentido común a la CHE, que no siga con su demencial huída adelante y que comience a reconocer sus errores. Nunca debiéramos olvidar lo que 1983, cuando se comenzaba a hablar de recrecerlo, decía el ingeniero constructor y buen conocedor del actual embalse René Petit, hoy muy en boca de los habitantes de Yesa:
        • "A mí me daría mucho miedo. La presa actual tiene sesenta metros de profundidad y en su día ya hubo sus más y sus menos sobre si aguantaría o no. Hay que ser muy cauto en este tipo de obras, mucho".
        • "Hay que tener en cuenta que al aumentar el volumen aumentan considerablemente las posibilidades de un fallo geológico. Si ahora existe una presión de diez kilos por centímetro cuadrado, con esa ampliación puede doblarse a veinte... ¿Quién va a garantizar la seguridad de tal obra?".

Secretaría de Prensa de la Asociación Río Aragón contra el recrecimiento de Yesa-COAGRET
C/Mayor, 17. 50683-Artieda de Aragón (Zaragoza)
rio.aragon@yesano.com - www.yesano.com



Historia de los deslizamientos en Yesa (80 años de laderas inestables) 
Evolución presupuesto pantano de Yesa

viernes, 15 de febrero de 2013

UNO DE LOS LUGARES MÁS CONTAMINADOS DEL MUNDO

Una sopa tóxica de 4.000 toneladas amenaza a uno de los principales afluentes del río Ebro, según un estudio del Gobierno de Aragón que mide la catástrofe medioambiental causada por los vertidos ilegales de una fábrica de insecticida
“Es el lugar perfecto para rodar una película gore”, resume con rabia Jesús Fernández. Este geólogo es una de las pocas personas que han entrado en los últimos años en la fábrica abandonada de Industrias Químicas del Noroeste (Inquinosa), en el pueblo de Sabiñánigo, al pie de los nevados Pirineos oscenses. 
Es un lugar de pesadilla. Su equipo entra en las instalaciones con trajes Tyvek, de protección química, y bombonas de oxígeno, para poder desplazarse entre cientos de bidones con residuos tóxicos. La escena parece sacada, efectivamente, de una película de ciencia ficción apocalíptica, “pero no hay que dejarse engañar por las fotografías, porque lo peor está bajo el suelo”, alerta Fernández.

Entre 1975 y 1989, Inquinosa fabricó miles de toneladas del pesticida lindano, entonces usado como insecticida sobre semillas de cereales y hoy prohibido en todo el mundo por su extremada toxicidad para el ser humano y para el medio ambiente. Sin escrúpulos y sin autorización administrativa, la empresa española tiró en ese tiempo entre 115.000 y 160.000 toneladas de residuos tóxicos de la producción del pesticida en dos vertederos de Sabiñánigo, según ha calculado ahora un equipo de técnicos del Gobierno de Aragón del que forma parte Fernández. Con estos nuevos datos el lugar es, según certifica el geólogo, “uno de los lugares más contaminados por pesticidas del mundo, junto con algunas plantas de India, Rumanía y Brasil”.

Algunos de estos residuos eran líquidos y unas 4.000 toneladas de sopa densa y tóxica permanecen repartidas entre los dos vertederos. Es un puré venenoso formado por restos de la fabricación del lindano, como benceno, clorobencenos, clorofenoles y HCH. Poco a poco, esta sopa se filtra y emponzoña los acuíferos bajo los vertederos, constituyendo “una seria amenaza para el medio ambiente”, según los técnicos del Gobierno de Aragón.

El río Gállego pasa cerca de estas bombas de relojería en su camino hacia Zaragoza, donde desemboca en el Ebro, el río con más agua de España. “Hemos hecho estudios sobre qué pasaría si esta fase densa llega al río Gállego y la conclusión es que no puede llegar de ninguna manera, porque sería inasumible”, alerta Fernández. Sería un desastre medioambiental sin precedentes.

Desde 2004, los técnicos del Gobierno de Aragón han conseguido extraer mediante bombas neumáticas 20 toneladas (unos 20.000 litros) de esta sopa densa filtrada a las aguas subterráneas. Extraen el líquido a una profundidad de hasta 40 metros con extremo cuidado, porque algunos de sus componentes químicos para colmo son muy inflamables.

20.000 litros puede parecer poco, pero un litro de esta sopa es capaz de inutilizar un hectómetro cúbico [mil millones de litros] de agua, según los valores normativos. 20.000 litros podrían haber contaminado toda la reserva hídrica de Aragón durante 15 años”, advierte el geólogo. Esta sopa tóxica se envía a Francia, donde se destruye en una incineradora especializada.

El proceso de limpieza es un infierno y, a causa de la crisis económica, va muy lento. “Tenemos dos opciones: o esconder los residuos debajo de la alfombra o destruirlos. Yo defiendo que construyamos una planta incineradora en Sabiñánigo para destruirlos, porque es una tecnología que da garantías absolutas y porque es infinitamente peor tenerlos como los tenemos. No podemos estar años con unos vertederos que están goteando”, opina Fernández, del Servicio de Control Ambiental del Gobierno de Aragón.

La incineradora, calculan, costaría unos 100 millones de euros, a los que habría que sumar otros 100 millones en labores de restauración para devolver el ecosistema a su estado natural. El Gobierno de Aragón no tiene ese dinero. “Es un problema económico, tendríamos que conseguir financiación fuera”, señala.